No existe mayor fascinación para el público que ver la caída e infortunios de los ricos y poderosos. Da la impresión de que son mortales, humanos de carne y hueso como el resto de nosotros. Es por ello que dramatizar estos hechos nos conduce a internarnos más en ellos. En esta ocasión, House of Gucci (2021) es la manera en que Ridley Scott busca la satisfacción de este deseo, entrar en la mente de la nobleza moderna, de ver el imperio caer desde dentro.
House of Gucci es la segunda película de Ridley Scott estrenada en 2021. Basada en el libro de Sara Gay Forden, la película nos cuenta un episodio morboso de la historia de la moda italiana. Patrizia Reggiani, una joven de clase media de Milán conoce a Maurizio Gucci, el miembro más joven del imperio fashionista. Patrizia inicia una relación con Maurizio, donde se infiltrará en los asuntos familiares hasta volverse el artífice de la destrucción de la casa Gucci, cuando (spoilers para un hecho histórico) manda asesinar a su ex marido, Maurizio.
Lady Gaga protagoniza la cinta junto a Adam Driver como Patrizia y Maurizio, respectivamente. Los acompañan Jeremy Irons y Al Pacino como Rodolfo y Aldo Gucci, padre y tio de Maurizio; Jared Leto interpreta a Paolo, hijo de Aldo, diseñador sin el talento de la familia; y Salma Hayek como Guiseppina “Pina” Auriemma, consejera espiritual de Patrizia y quien la pone en contacto con los sicarios responsables del asesinato.
El legado se vuelve Leyenda
De las dos películas estrenadas por Ridley Scott, siendo la otra The Last Duel, podemos ver cual de las dos fue hecha o editada durante la pandemia. Gucci no es ni de lejos una mala película, pero vemos un esfuerzo menor en la edición. Una película de Ridley Scott nunca se verá mal, solo… con hueva.
Lady Gaga se encamina a su segunda nominación a un premio de la academia, aunque no a su segunda estatuilla. Su interpretación de Patrizia te hace sentir empatía, odio, frustración y un irrefrenable deseo de que todo saliera bien para ella en menos de 2 minutos. El personaje nos muestra a una mujer destruida por su propia ambición, pero nunca la demoniza ni la pone como la villana de la historia, solo como la culpable de ello.
Adam Driver ha madurado en sus actuaciones desde que inició su carrera. Estelarizar películas más pequeñas entre las grandes producciones rinde sus frutos cuando vemos el cambio de un inseguro hijo de casa al hombre responsable de uno de los imperios de la moda más rentables de la actualidad. Su química en pantalla con Gaga es innegable, ninguno de los dos necesita que el otro lo arrastre por la escena, solo desenvolverse en ella.
Jeremy Irons y Al Pacino podrían interpretar a sus personajes dormidos y seguirían mostrando catedra de sus dotes actorales. Pero hemos de mencionar la actuación de Jared Leto. Su interpretación, grandiosa y trabajada como suele ser, camina una muy delgada línea entre la caracterización y la caricatura.
Concluyendo
House of Gucci es una película que no se deben perder antes de la temporada de premios. Seguramente veremos a más de uno de estos interpretes en varias nominaciones. Asegúrense de tener tiempo para ver las dos horas y media del filme, además de estar atentos, pues el guión da saltos sin previo aviso.
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